sábado, 10 de diciembre de 2016

Diagnóstico

  El diagnóstico de la PTI es un procedimiento de exclusión; no hay un examen estandarizado para el diagnóstico. Por lo general el diagnóstico se hace basado en el historial médico del paciente, la exploración física, un hemograma o recuento sanguíneo completo (RSC) y un examen del frotis sanguíneo.  El historial médico y la exploración física son utilizados para caracterizar el tipo, la severidad y la duración de los sangrados. En algunos casos es necesario hacer estudios adicionales para poder excluir las causas más comunes de la PTI secundaria (p. ej. hepatitis C, lupus eritematoso sistémico, virus de la inmunodeficiencia humana [VIH], etc.).


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